Historia Cristera

Ing. Florencio Soto Pineda.

El padre Andrés Betancourt fue el que se refugió en una cueva en el Cerro de Dolores y en las cuevas de Guarimeo. En el Cerro de Dolores  en la cueva llamada cueva del muerto (por encontrarse una caja de madera de parota en figura cuadrada de aproximadamente 70 x 70 centímetros y una altura de 35 cms., forrado el interior con tela color rosa y descansando en ella una osamenta humana), en este lugar es muy amplio su interior y la entrada está por el lado oriente del cerro, a la mitad del mismo y la salida es por el lado poniente en dirección de  la ranchería La Parota. En este lugar fue refugio de este padre y varias personas más que allí se protegían del gobierno, cuando era prohibido la oficialización de misas, ejerciendo este sacramento en el interior de este lugar, el cual fue acondicionado un altar en el interior del mismo.

Padre José Ramírez, asesinado en San Chiqueo, cuando estaba la efervescencia del odio desatado por el gobierno federal encabezado por el general Plutarco Elías Calles en contra de los servidores de Dios, y a raíz de esto se presentó en San Chiqueo un pelotón cuya consigna era aprehender al cura que se refugiaba en ese lugar, pero la gente del lugar, sobre todo las mujeres valientes de esta ranchería lo escondieron en una casa y llegada la noche se disponían a sacarlo del lugar disfrazado de mujer, pero en su huida fue descubierto y aprehendido, por los militares al cargo de Vicente Pineda (García) sobrino de Esther y Raquel García Gómez (Esther primera presidenta interina de Huetamo en el año de 1958 del siglo pasado); y al otro día lo torturaron, quitándole la piel de la planta de los pies y obligándolo a caminar a la salida del rancho La Meza de Tototlán y no alcanzó ni a caminar treinta metros cuando cayó muerto víctima de los grandes dolores al caminar por la piel viva de sus pies, este dolor debió ser comparado con el martirio de Jesús Nuestro Señor en su agonía en el monte Calvario.

Desde su muerte se corre la leyenda de que se les aparece en las tardes o en la noche a los que caminan por el camino donde lo mataron.

En esta región uno de los encarnizados perseguidores de los religiosos era José Cortés de origen de Tzitzio, los restos actualmente se encuentran la mitad en la iglesia de Huetamo y el resto en el obispado de Tacámbaro (datos de bibliografía que aportó el Ing. Benítez).

P.D. Esta misma nota se publicó en Siglo Veinte en Febrero del 2009, cuando la tumba era un montículo de piedra sin nombre, y las fotos fueron tomadas en Marzo del 2007, y no se encontraba perdida puesto que se encuentra a 15 metros por dentro de una cerca de púas y visible a todos los que pasan por este camino, esto con el fin de desmentir una nota que fue publicada en el periódico La Jornada que se dice ser el que la descubrió.